Setenta sietes decretados para Israel

Daniel 9:24: Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, para terminar con el pecado, para expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el lugar santísimo.

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El ángel Gabriel fue enviado por Dios para responder a la oración de Daniel que comenzó en 9:1. Él comienza en el v. 24 diciendo: "Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo", siendo "tu pueblo" Israel, ya que Daniel era israelita. La palabra para "semanas" es literalmente "sietes"—70 sietes. Utilizado 20 veces en el Antiguo Testamento, el contexto determina si se refiere a días, meses, o años. A veces el término se refiere a días, como en una semana literal de siete días, pero cuando es así se usa en conjunto con la palabra "días". Sin embargo, en el v. 24, "días" no aparece después de la palabra hebrea, por lo que las "semanas" en el v. 24, en lugar de referirse a 70 semanas, con un total de 490 días, en realidad se refieren a 70 "siete unidades de años", es decir, 490 años. Las siguientes cuatro razones para respaldar esta interpretación son concluyentes.

Primero, Daniel había estado pensando en términos de años en 9:1-2 cuando hizo referencia a los 70 años de cautiverio de Israel en Babilonia, que resultaron a consecuencia de una violación del año sabático (cf. 2 Crón. 36:21). El año sabático era la comisión de Dios en Levítico 26:34-35, 43, de trabajar su tierra durante seis años, y luego permitirla descansar en el séptimo. Los 70 años de cautiverio fueron en parte el resultado de 70 años sabáticos (490 años) de desobediencia a este mandato. Cada año de cautiverio representaba un ciclo de siete años. Por lo tanto, está claro que el contexto se refiere a años, no a días. En segundo lugar, la única otra vez que Daniel usa la palabra "semana" es en 10:2-3, pero allí inserta "días" después de la palabra, lo cual convierte el término a literalmente "siete días". Si se refería a "días" en 9:24, lo habría seguido con la palabra "días". En tercer lugar, no es factible encajar los acontecimientos del capítulo en 490 días, o incluso en 490 semanas. Solo "años" se ajusta a los eventos proféticos que eventualmente se desarrollaron desde el momento en que estas palabras se contabilizan. Finalmente, con el "pacto" que se dice que se rompe en 9:27 a la mitad de la "semana", encaja bien con "un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo" en Daniel 7:25, 12:7, y en Apocalipsis 12:14, que claramente se refiere a tres años y medio (o 42 meses).

Ahora bien, las 70 semanas son dadas para lograr seis cosas para Israel. Primero, para "poner fin a la transgresión". Puesto que "transgresión" significa rebelión descarada, Dios claramente le pondrá fin después de 490 años. Segundo, para "terminar con el pecado". El término "pecado" es un término más general, pero también llegará a su fin. Tercero, para "expiar la iniquidad". Por supuesto, Cristo expió los pecados de la humanidad casi 600 años después de la revelación de Daniel, pero Israel rechazó a Cristo. Sin embargo, en el futuro Israel lo recibirá. Cuarto, para "traer justicia eterna", o "la justicia eterna de los siglos". Esto apunta a Dios marcando el comienzo de una era caracterizada por la justicia, específicamente el Reino Milenial (cf. Isa. 2:2ss.; 11; 60:21; Jer. 23:5-6). Quinto, para "sellar la visión y la profecía". En la actualidad, muchas profecías de la Biblia aún no se han cumplido, pero cuando se termine el último año de los 490 años (70 semanas), entonces todas las profecías serán "selladas". Por último, para "ungir el lugar santísimo". Aunque esto podría referirse a una dedicación del Lugar Santísimo en el templo milenial de Ezequiel (Ezeq. 41-48), podría referirse al Mesías mismo. Luego se referiría a la entronización de Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, el "Ungido" de Daniel 7:25-27.

Algo para reflexionar

Dios "decretó" estos eventos del fin de los tiempos para Israel. Están garantizados, sin embargo, ninguno de ellos ha sucedido en la actualidad. Por lo tanto, podemos esperar que eventualmente se cumplirán. ¡Qué maravillosa lista de oración para nosotros mientras buscamos orar por la voluntad de Dios y Su Reino!