Como Jonás, así Jesús

Mateo 12:40: "...como estuvo Jonás en el vientre del monstruo marino tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre tres días y tres noches en el corazón de la tierra."

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Si las palabras de Jesús en Mateo 12:40 se toman al pie de la letra, entonces Él habría estado en la tumba durante 72 horas después de Su crucifixión. Eso significa, como algunos han defendido, que Jesús no pudo haber muerto un viernes y haber resucitado el domingo por la mañana, como se cree tradicionalmente. El tiempo entre una muerte el viernes por la tarde, y una resurrección temprano el domingo por la mañana, es solo como la mitad de ese tiempo. Es por eso que algunos han abogado por considerar que Jesús realmente murió un miércoles; algunos diciendo que fue jueves. Sin embargo, los Evangelios parecen decir inequívocamente que Jesús murió un viernes alrededor de las 3:00 p.m., y fue resucitado temprano el domingo por la mañana (Mc. 16:2; Lc. 24:1; Jn. 20:1). Esto equivale a tres días, pero no a tres noches. En contra de la noción de que Jesús fue matado el miércoles o el jueves están los numerosos pasajes que dicen que Jesús sería resucitado al tercer día después de Su muerte. Considera lo siguiente:

1.   Jesucristo comenzó a declarar a sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos... y resucitar al tercer día (Mt. 16:21).

2.   Y le matarán, y al tercer día resucitará (Mt. 17:23).

3.   …y le entregarán a los gentiles para burlarse de Él, azotarle y crucificarle, y al tercer día resucitará (Mt. 20:19).

4.   Por eso, ordena que el sepulcro quede asegurado hasta el tercer día (Mt. 27:64).

5.   ...El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día (Lc. 9:22).

6.   ...le matarán, y al tercer día resucitará (Lc. 18:33).

7.   diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar (Lc. 24:7).

8.   Pero nosotros esperábamos que Él era el que iba a redimir a Israel. Pero además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron (Lc. 24:21).

9.   ...Así está escrito, que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día (Lc. 24:46).

10. ...Destruid este templo, y en tres días lo levantaré (Jn. 2:19).

11. A este Dios le resucitó al tercer día e hizo que se manifestara (Hch. 10:40).

12. …que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras (1 Cor. 15:4).

Por lo tanto, todos los pasajes, excepto Mateo 12:40, enseñan que iba a ser al tercer día después de Su muerte cuando Jesús resucitaría de la tumba. Eso significa que si Jesús murió un miércoles y resucitó un domingo, Él habría resucitado al quinto día. Eso no se ajusta con las enseñanzas de los Evangelios. Y si Él murió un jueves, entonces Él habría resucitado al cuarto día. Eso tampoco se ajusta con las enseñanzas de los Evangelios.

Hay certeza de que Jesús murió un viernes, ya que los Evangelios dicen que murió "el día de la preparación, es decir, la víspera del día de reposo" (Mc. 15:42; cf. Mt. 27:62; Lc. 23:54), concretamente, el sábado. Juan dice, "porque ese día de reposo era muy solemne" (Jn. 19:31) ya que caía en el día de la "preparación para la Pascua" (Jn. 19:14), confirmando más tarde que esto era viernes debido a que no podían dejar los cuerpos de los muertos durante la noche dando paso al día de reposo, es decir, el sábado.

Algo para reflexionar

La analogía de las Escrituras—comparando Escrituras con Escrituras—es clara: Jesús murió un viernes (el día antes de la preparación del día de reposo, que es sábado) y resucitó el domingo (el primer día de la semana). ¿Dónde nos deja eso en cuanto a la interpretación de Mateo 12:40? Parece evidente que Jesús no estaba hablando de tres días y noches de 24 horas en ese pasaje donde Él predice Su propia muerte. Incluso el Talmud judío afirma que los judíos consideraban cualquier parte de un día como un día completo. La conclusión es que el viernes, el sábado, y el domingo son los tres días, y cada día incluye una noche. Por lo tanto, Jesús murió el viernes y resucitó al tercer día—el domingo. Ahora celebremos la muerte de Jesús porque Él murió por nosotros para salvarnos de nuestros pecados. ¡Y celebremos Su resurrección, por lo tanto, ya que Él no está muerto, sino vivo! Su resurrección garantiza nuestra resurrección, ya que Él es primicias de los que resucitan de entre los muertos (1 Cor. 15:20); es decir, Él es una representación de los muchos que también resucitarán de entre los muertos para vivir eternamente con Él—una gran cosecha de almas que pusieron su fe en el Señor Jesucristo resucitado!