Romanos 16:19-20 --- Dios aplastará a Satanás
Romanos 16:19-20: 19 Porque la noticia de vuestra obediencia se ha extendido a todos; por tanto, me regocijo por vosotros, pero quiero que seáis sabios para lo bueno e inocentes para lo malo. 20 Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
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Pablo tenía muchos amigos en Roma (notados en los saludos en
16:3-15),
a pesar del hecho de que nunca había estado en Roma. Estos amigos y conocidos
obviamente habían hablado bien de la iglesia allí, porque Pablo estaba seguro
de la salvación y obediencia de ellos relacionada con la fe salvadora. En el v.
19 les dice que su "obediencia se ha extendido a todos...". Esta
puede ser la razón por la que tantos habían acudido a Roma, porque parece haber
sido un gran lugar para ministrar y ser ministrados.
Está claro que Pablo no consideraba que los cristianos
romanos fueran ingenuos, pero sabía muy bien, como sugieren sus 13 epístolas
del Nuevo Testamento, que incluso los cristianos de buena reputación son
susceptibles a los falsos maestros divisivos. Aunque Pablo se regocijaba por
los cristianos de Roma, como un padre a un hijo, los amaba lo suficiente como
para advertirles sobre los peligros potenciales. No solo les exhortó a recordar
las doctrinas que les fueron enseñadas, sino que también los exhortó a
mantenerse alejados de los problemas y de los que causan problemas – alborotadores
(16:17-18).
Además, en el v. 19, él siguió su progreso a medida que maduraban—"la
noticia de vuestra obediencia", regocijándose en que ellos no solo
recibieron doctrina correcta, sino que la obedecieron.
También en el v. 19, Pablo es como un padre orgulloso que
envía a su hijo exitoso de regreso a la universidad para su segundo año.
Mientras que al hijo le fue bien en su primer año y fue fiel a todo lo que sus
padres le enseñaron, su padre da más consejos sabiendo que su hijo no es
completamente inmune a las tentaciones de hacer el mal. Primero, Pablo dice:
"seáis sabios para lo bueno...". Ser "sabio" es tener un
entendimiento educado de "lo bueno", porque lo que es
"bueno" es subjetivo para algunos que tienden a llamar "bueno"
al mal. Pablo quería que los cristianos en Roma, como los padres quieren para
sus hijos, tuvieran una comprensión completa de lo que es verdaderamente bueno
a los ojos de Dios.
En segundo lugar, Pablo quería que fueran "inocentes
para lo malo"—no mezclados con el mal y purificados del mal. En el griego
secular se usaba "inocente" (gr. akeraios) para referirse a vino que
no estaba diluido, y a metal que no estaba debilitado por impurezas. El término
originalmente se refería a murallas que habían soportado un asedio. Eran
"inocentes" en el sentido de que estaban intactos o ilesos. Pablo usó
el término en Filipenses
2:15 para denotar a cristianos que se niegan a ser manchados con
murmuraciones sobre sus tareas, y por lo tanto son "puros". Jesús usó
el término cuando envió a Sus discípulos como ovejas en medio de lobos,
diciendo: "Sed astutos como las serpientes e inocentes como las
palomas" (Mt.
10:16). En otras
palabras, los cristianos primero necesitan la sabiduría
de la serpiente para distinguir entre la verdad obvia y los errores creíbles, y
segundo, necesitan creer en las verdades de Dios tan fervientemente que cuando
los ataques a la verdad caigan sobre ellos, queden ilesos, indemnes, e intactos
cuando el ataque termina. Ciertamente, hay muchos ataques a la Biblia y a Jesús
en la actualidad. Los seguidores de Cristo deben saber lo suficiente acerca de
su fe para identificar el ataque y resistirlo audazmente con la verdad.
En el v. 20, Pablo les recuerda y anima francamente a sus
hermanos en Cristo que el Dios de paz ganará la batalla ente el bien y el mal,
en el sentido de que Él "pronto aplastará a Satanás bajo vuestros
pies". A primera vista, un Dios de "paz" aplastando a alguien parece
extraño. Pero como no puede haber paz duradera mientras el mal aceche, el Dios
de paz es llamado así porque Él hará la paz aplastando a Satanás—el maligno.
Esta ha sido la promesa desde el principio cuando Dios le dijo a Eva que su
simiente (Jesús) aplastaría la cabeza de la serpiente (Gén.
3:15). Aunque Cristo infligió el golpe fatal en la cruz, la condenación
final de Satanás aún es futura, cuando Cristo regrese para destruir a todos los
falsos maestros y establecer paz eterna (cf. Apo.
19-20). Esta es la esperanza cristiana, y abarca toda la gracia que los
cristianos tienen en "nuestro Señor Jesucristo".
Algo para reflexionar
Dado que el campo misionero para los cristianos es siempre
un lugar donde los incrédulos se reúnen o viven, entonces el campo misionero
para Satanás es la Iglesia, donde los cristianos se reúnen para adorar. Nunca
debemos sorprendernos al identificar a uno de los emisarios de Satanás en
nuestras iglesias. Él los envía a nuestras iglesias para que se quejen y estén
en desacuerdo, susurren sobre las personas a sus espaldas, comiencen rumores
sobre pastores y ancianos, pongan en duda los sermones del pastor, y acusen
abiertamente al pueblo de Dios de cosas por las que son inocentes. ¿Cómo
responderemos cuando asomen sus feas cabezas en nuestras iglesias, cuando nos
acusen? La forma en que respondamos reflejará nuestra sabiduría o la falta de
ella. Ten cuidado con ellos, y está siempre alerta por ellos.