Salmo 139:14-15 --- Jesucristo: nuestro Creador y Diseñador

Salmo 139:14-15: …asombrosa y maravillosamente he sido hecho... entretejido...

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¿Qué pasaría si te tropezaras con un reloj de pulsera en un campo abierto? ¿Concluirías que creció de manera natural allí? ¿O concluirías que había un relojero y que alguien lo dejó allí? Esta es una ilustración que impulsa la cuestión de la existencia de Dios por diseño.

La evidencia observacional enseña que el diseño intrincado apunta a un diseñador—desde pinturas hasta automóviles y relojes. Al igual que el universo, estos efectos deben haber tenido una causa. Ahora, a medida que el diseño se vuelve más intrincado, también lo hace el diseñador. Naturalmente, se pueden observar presas de escombros y las construidas por castores, pero cuando se considera la presa Hoover, solo se puede concluir que la creó un diseñador inteligente. Lo mismo ocurre con las grandes obras de la literatura. Un millón de monos con computadoras portátiles nunca podrían producir una obra literaria que valga la pena leer. Pero un autor inteligente puede componer una gran obra a través de pensamiento y diseño cuidadosos.

Una también pudiera notar los patrones simples en la naturaleza, como los que se encuentran en los copos de nieve y los cristales de cuarzo. Del mismo modo, se puede ver que las piedritas en un arroyo tienen varios patrones de erosión. Pero si uno encontrara una oración grabada en la ladera de una montaña, o una punta de flecha en el arroyo, estos hallazgos apuntarían a algo más allá de lo que es natural, a saber, un diseñador.

En cuanto al universo, cualquier observador puede detectar un diseño cuidadoso e intrincado. Hay varias fuerzas que trabajan juntas que sostienen el diseño y la vida que existe en la tierra. Cada una beneficia a la otra, y si una se derrumbara, todo el sistema se derrumbaría.

Si uno tomara una sola molécula de ADN—la pieza fundamental de toda la vida, encontraría la misma cantidad de información que se encuentra en un solo volumen de una enciclopedia. Por supuesto, nadie que encuentre una enciclopedia en un campo abierto concluiría que llegó allí por casualidad. Cualquiera con cerebro sabría que algún intelecto la creó. Entonces, ¿por qué cuando los escépticos de hoy encuentran criaturas vivientes, compuestas por millones de células basadas en ADN, suponen que no hay ningún Creador y que evolucionaron por casualidad? Incluso el difunto Carl Sagan es citado diciendo: "El contenido de información del cerebro humano expresado en bits es probablemente comparable al número total de conexiones entre neuronas—alrededor de cien billones... Si se escribiera, por ejemplo, esa información llenaría unos 20 millones de volúmenes, tantos cuantos hay en las bibliotecas más grandes del mundo. El equivalente a 20 millones de libros está dentro de la cabeza de cada uno de nosotros. El cerebro es un lugar muy grande en un espacio muy pequeño... La neuroquímica del cerebro está asombrosamente ocupada; es el sistema de circuitos de una máquina que es más maravillosa que cualquiera ideada por los humanos". No obstante, Sagan se burló de la idea de un Dios Creador y, en cambio, dio crédito a procesos evolutivos para la vida misma.

¡Evolucionistas como Carl Sagan tienen una gran fe! A pesar de que el argumento del diseño apunta a un Diseñador inteligente, la mayoría de ellos se burlan del argumento acerca del diseño, y suponen que el azar es responsable del diseño del universo. El problema es que el argumento de la existencia de Dios a partir del diseño observable no tiene nada que ver con el azar, que no es más que una palabra para probabilidades en relación con la ignorancia del hombre. La observación repetida (método científico) revela causas inteligentes, y de esto se trata la ciencia: observación repetida, no azar. Por lo tanto, el escéptico que piensa que la ciencia desacredita/desmiente a Dios y al cristianismo en realidad está ignorando la ciencia que apunta directamente a un diseñador inteligente, ¡concretamente, Dios!

Por el bien del argumento, incluso si el azar fuera responsable del orden creado, las probabilidades son mucho más altas de que haya un Diseñador. Un científico calculó las probabilidades de que un animal unicelular emerja por pura casualidad en 1 en 1040000 (¡un 1 con 40000 ceros detrás!). ¡Eso es solo un animal unicelular! Las probabilidades de que un ser humano emerja por casualidad se vuelven infinitamente más bajas, lo que, por supuesto, requeriría además que haya un hombre y una mujer para perpetuar la especie. El salmista, sin embargo, creía en un Diseñador, sabiendo que Dios formó sus partes internas dentro del vientre de su madre.

Algo para reflexionar

Tú y yo somos hechos "asombrosa y maravillosamente" por Dios—al que algunos científicos llaman el Diseñador Inteligente. Pero nosotros lo conocemos como Dios, como el Señor Jesucristo. Cristo no solo nos diseñó a cada uno de nosotros, sino que nos sostiene día a día como sostiene al universo mismo (Col. 1:15-17). Aceptar la idea del azar, que es en lo que se basa la idea de la evolución, es privar al Dios Creador Todopoderoso del honor de Su obra—tanto del universo como del hombre mismo. Ciertamente, científicamente hablando, no podemos probar la evolución o la creación, ya que ninguna de las dos puede ser observada, probada, o probada de nuevo. Ambas requieren fe para creer. ¿En cuál creerás?