Hebreos 2:8b-9 — Jesús: probó la muerte por todos

Hebreos 2:8b-9…Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él. 9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.

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Así que la humanidad perdió lo que originalmente era suyo en el Edén después de que Adán y Eva pecaron. Dios le dio a Adán autoridad sobre Su creación, poniendo todo en sujeción a él. Adam, sin embargo, cedió esa autoridad. Como resultado, la descendencia de Adán lucha con fuerzas satánicas (Efe. 6:12) por el control de lo que es legítimamente suyo. Esta es una de las razones por las que Dios apareció en la tierra como hombre, Jesús de Nazaret. Él vino a revertir la maldición y cumplir lo que el hombre, a causa del pecado, no pudo cumplir.

Cuando Jesús caminó por la tierra, venció todas las tentaciones de pecar, incluso venciendo la muerte. Fue tentado por el diablo durante 40 días (Mt. 4:1-11) y prevaleció. Aunque Jesús fue tentado en todas las formas en que el hombre es tentado, Él era sin pecado. Su vida fue de perfección a pesar de que era plenamente humanoDios encarnado. Esto es lo que calificó a Jesús para morir como el Cordero perfecto de Dios. Él sufrió como el hombre sufre, y fue tentado como todos los hombres son tentados, sin embargo, Él era sin pecado. Por esa razón, Jesús estaba calificado para representar al hombre en la cruz y morir en su lugar. Pero como Jesús también era Dios, estaba calificado para hacer la expiación perfecta por los pecados de la humanidad. Entonces, cuando Hebreos 2:8 dice: "Pero ahora no vemos aún todas las cosas sujetas a él", el autor está guiando al lector por el camino de la salvación. En el v. 9 contrasta eso con Jesús: "Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos".

La razón por la que es importante ver a Jesús a la luz de todos los fracasos del hombre para gobernar el orden creado por Dios es porque Jesús representa al hombre al estar en el lugar del hombre. Es cierto que el hombre no gobierna actualmente sobre la creación de Dios. Pero Jesús sí, sentado a la diestra de la Majestad en las alturas (1:3). Jesús fue "hecho un poco inferior a los ángeles" tal como lo fue el hombre, por el simple hecho de ser hombre. El hecho de que sea “poco”,  o "por poco tiempo" como algunas traducciones, significa que fue temporal tanto para Jesús como para el hombre. Sin embargo, era necesario que Dios se hiciera hombre y fuera inferior a los ángeles para que pudiera lograr lo que el hombre no pudo lograr. Jesús hizo lo que el hombre no pudo, y aunque el hombre cedió/entregó su propia corona de gloria y honor (2:7) al pecar, Jesús la recuperó para él al sufrir la muerte de parte de toda la humanidad. ¡Al hacerlo, Jesús quitó la maldición!

La frase "probara la muerte por todos" significa muerte (cf. Mt. 16:28; Jn. 8:52). La paga del pecado es la muerte (Rom. 6:23), ¡y la muerte de Jesús pagó esa pena! Aunque no vemos todas las cosas en sujeción al hombre ahora, sí vemos a Jesús que pagó nuestra pena de muerte. Él está coronado de gloria y honor por lo que hizo. Ahora, en el plan de Dios, el hombre también es coronado de gloria y honor en la medida en que se identifica con Jesucristo a través de la fe (Rom. 6:5-11).

Algo para reflexionar

Las franquicias deportivas profesionales compiten cada temporada por un campeonato nacional. Está el Super Tazón, la Serie Mundial, el Campeonato de la NBA, y muchos otros. Los fanáticos que se identifican con un equipo campeón también son vistos como campeones, ya que, no habiendo hecho nada para ayudar a su equipo a ganar, corean "¡Ganamos! ¡Ganamos!" A medida que se identifican con su equipo animándolos y usando accesorios con el nombre del equipo, ellos también son considerados campeones. Así es con Cristo. Los creyentes no hicieron nada para ganar la batalla que Cristo ganó. ¡Él lo hizo todo! Todo lo que nosotros debemos hacer es identificarnos con Cristo y tomar Su nombre como nuestro"cristiano", que significa "pequeño Cristo". Entonces, cuando la gente nos mire, o cuando nosotros nos miramos a nosotros mismos y vemos a un pecador miserable, podemos decir como dice Hebreos: "Pero vemos a Jesús". Él ganó la batalla que nunca podríamos ganar, incluso probando la muerte por todos nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es confiar en Él por fe. Al final, Jesús reina. ¡Y nosotros reinamos justo a Su lado!