Hebreos 3:12 ― ¿Apartarse de Dios?

Título: ¿Apartarse de Dios?

Fecha: 21 de octubre de 2025

Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia Bíblica Harvest)

Pasaje bíblico de estudio: Hebreos 3:12 ― Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo.

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COMENTARIOS:

La Biblia es clara en que una vez que se le concede la salvación a una persona, después de confiar en Jesucristo como Señor y Salvador, nunca puede perderla. Sin embargo, también está claro que hay algunos que profesan conocer a Cristo y que, de hecho, se apartan de su fe. ¿Acaso perdieron su salvación? ¿O tal vez nunca fueron realmente salvos? Un apóstata es alguien que profesa fe en Cristo un día, pero que "se aparta"; el significado del término "apostasía". Verdaderamente, algunos en la Iglesia de hoy están en peligro de alejarse de la fe, de apostatar, porque su fe no es genuina. Es por eso que el escritor de Hebreos dice en el v. 12: "Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo". Al igual que los israelitas que salieron de la esclavitud egipcia y que eligieron la muerte en lugar de la vida, los falsos cristianos están en peligro de lo mismo.

Aunque el escritor se dirigió a su audiencia como "hermanos" en el v. 12, un poco diferente a "hermanos santos" en el v. 1, es probable que no haya nada de esto. Tratar de distinguir de entre la audiencia del autor a una sección de "hermanos santos" de los simples "hermanos" no es ni necesario ni posible. El autor les advierte a ambas designaciones de la misma manera. En 3:1-11, informa a los "santos hermanos" que Moisés es inferior a Jesucristo, por lo que abandonar su fe cristiana y volver a la Ley de Moisés sería absurdo. El autor anima así a los "santos hermanos" a "retener firme hasta el fin [su] confianza y la gloria de [su] esperanza [en Cristo]" (v. 6). Luego les recuerda a los "santos hermanos" que sus antepasados, que aparentemente creyeron en Dios durante los días de Moisés después del éxodo de Egipto, se apartaron de su fe. Por ende, si los "santos hermanos" en 3:1-11 se distinguen de alguna manera de los "hermanos" en el v. 12, entonces ¿por qué se les advirtió a los primeros que no se apartaran al igual que a los segundos? Si realmente eran salvos, ¿por qué la advertencia?

Tanto el autor como su audiencia eran judíos, por lo que todos eran "hermanos" en ese sentido, pero no necesariamente en un sentido espiritual. Algunos eran salvos solo por fe en Cristo solamente, otros no. Ambos estaban en la Iglesia y por lo tanto habían profesado fe en Cristo. Pero algunos estaban considerando regresar a Moisés. El Apóstol Pablo, un judío, también se refirió a sus compañeros judíos como "hermanos" cuando les predicó el evangelio como incrédulos (Hch. 13:38; 22:1; 28:17); eran "hermanos" físicos, no necesariamente hermanos espirituales, ya que no eran seguidores de Cristo.

La urgencia en el tono del autor en el v. 12 se ve en como se dirige a sus "hermanos" judíos que profesan amar a Cristo, con "tened cuidado" (gr. blepete), insistiendo en que no falten en someterse a Jesús como Señor después de haber visto y oído (cf. 2:3-4)—la misma advertencia que se da a los "santos hermanos" en los vv. 1-11. Él aparentemente sabía que algunos estaban coqueteando con la idea de volver al judaísmo a favor de Moisés en lugar de Jesús. Advirtiéndoles a no "apartarse" (gr. apostanai)—"rebelarse; abandonar", el autor los exhortó enérgicamente a permanecer firmes en su fe cristiana—Jesús en vez de Moisés. Abandonar a Cristo sería "apartarse" del "Dios vivo"—alejarse de la vida eterna y hacia la muerte eterna que se encuentra en la Ley. Esto se debe al hecho de que cuando uno se aparta de Jesús, se está apartando del Dios vivo, porque Jesús es Dios. Este Dios no está muerto, sino que resucitó de entre los muertos. ¡Qué absurdo sería apartarse de la vida y elegir la muerte!

¿Qué podría hacer que una persona que profesa fe en Cristo un día se aparte de Él al día siguiente? El autor dice que este tipo de apostasía proviene de "un corazón malo de incredulidad". Alguien que es "malo" (gr. ponēros) es alguien que es moralmente malvado. Y ser "incrédulo" (Gr. apistia) es carecer de fe. ¡Lo sorprendente es que algunos dentro de la Iglesia de Jesucristo pueden ser tanto malos como incrédulos, y al mismo tiempo ser confundidos con cristianos! Pero lo que era verdad en ese entonces sigue siendo cierto en la Iglesia de hoy. Por lo tanto, es apropiado que los pastores prediquen a sus "hermanos" advirtiéndoles a permanecer en Cristo (Juan 15:4), y así aseguren su salvación eterna.