Hebreos 4:9-11 ― Queda un reposo sagrado/sabático
Título: Queda un reposo sagrado/sabático
Fecha: 29 de octubre de 2025
Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia
Bíblica Harvest)
Pasaje
bíblico de estudio: Hebreos
4:9-11 ― 9 Queda, por tanto, un reposo sagrado
para el pueblo de Dios. 10 Pues el que ha entrado a su
reposo, él mismo ha reposado de sus obras, como Dios reposó de las suyas. 11 Por
tanto, esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo
el mismo ejemplo de desobediencia.
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COMENTARIOS:
El Sabbat,
o séptimo, se usa en al menos cuatro formas diferentes en la Biblia. Primero,
es una referencia a un solo día de reposo. Dios dispuso un día de cada siete
para que Israel reposara, reflejando Su ejemplo de reposo después de crear el
mundo en seis días, reposando en el séptimo (cf. Éx.
20:8-11). Éxodo
20:11 dice que Dios reposó en el séptimo día, y Éxodo
31:17 dice que Él cesó de Su obra y "reposó". Por lo tanto, el Sabbat
semanal había de ser un día que conmemorara la obra de Dios y un día que había
de ser observado por Israel como día de reposo y adoración.
Una
segunda forma en que se usa el Sabbat es en referencia al año sabático. Este Sabbat
no era para las personas sino para la tierra donde vivían las personas (Lev.
25:2-5). Dios le ordenó a Israel que permitiera que la tierra permaneciera
sin cultivar después de seis años de siembra, poda, y recolección. En el
séptimo año no debía ser trabajada. El crecimiento desatendido de los campos
era para que los pobres espigaran, y para que las bestias del campo comieran (Éx.
23:11; Deut. 15:2-18). Dios le dijo a Israel que les proporcionaría
alimento a través de la cosecha del sexto año, la cual sería suficiente para
tres años (Lev.
25:20ss.). Pero como Israel no guardó esta ordenanza (Jer.
34:14-22), Dios los exilió de la Tierra (2
Crón. 36:21) hasta que la tierra pudiera gozar de todos sus años sabáticos (Lev.
26:34-43). Violar el mandato de Dios de guardar el año sabático fue
claramente un pecado que finalmente les pasó factura.
Una
tercera forma en que se enseña el Sabbat en el Antiguo Testamento es en
relación con el Año del Jubileo (Lev.
25). Esto ocurría cada quincuagésimo año, porque era la conclusión de los años
sabáticos durante 49 años. Entonces, había un año sabático cada siete años, y
al final de siete años sabáticos (49 años), el quincuagésimo año era un Jubileo,
un aniversario o celebración. Se ejercía el cumplimiento de las regulaciones
del año sabático normal, pero además de esas sanciones, la propiedad volvía a
sus propietarios originales, se perdonaban las deudas financieras, y los
sirvientes no remunerados eran liberados de la esclavitud.
Un cuarto
uso de Sabbat se encuentra en Hebreos
4:6-11, citando un reposo sabático para el pueblo de Dios. En este caso, el
reposo sabático se refiere a confiar en Jesús de Nazaret como el Mesías, o
Cristo. Este era un mensaje apropiado para el autor dado que él les estaba
predicando a judíos que conocían las leyes del Sabbat del Antiguo Testamento.
Habiendo mostrado que el "reposo" del que hablaba el Antiguo
Testamento era incompleto (Hebreos
4:8) y aún futuro, el autor ahora aclara exactamente lo que quiere decir.
Dado que Josué, habiendo llevado a Israel a la Tierra Prometida después de la
muerte de Moisés, no trajo reposo al pueblo de Dios en un sentido eterno, David
habló de "reposo" en un contexto posterior en el Salmo 95—400 años
después de Josué. El autor de Hebreos explica así que el reposo de Dios es
alcanzable solo por fe, no por obras. Así que el que verdaderamente entra en el
reposo de Dios es el que reposa de sus propias obras (v. 10). El reposo en el
que Dios llama a Su pueblo a entrar es Su reposo, y Su invitación a compartir en
Su reposo es un llamado para que todos cesen de obras religiosas para encontrar
reposo. El verdadero reposo es a través de la fe.
Así que el
final del tema del "reposo" en el v. 11, es "esforcémonos"
por entrar en el reposo de Dios. La palabra significa estar "ansioso"
o "tener celos" de hacer algo. Ciertamente, este no es un llamado a
entrar en la esfera de reposo de Dios por medio de obras, sino una exhortación
a confiar en Dios y tener cuidado de no cometer el mismo error que Israel
cometió en el desierto cuando no creyó que Dios podía liberarlos.
Algo
para reflexionar
Creer en Dios y tener fe en Cristo no son obras humanas que deban ser recompensadas por Dios; son virtudes. Nuestro llamado a esforzarnos, o ser diligentes, por entrar en el reposo de Dios es un llamado persistente para cualquiera al que se le haya presentado el evangelio de salvación. Todos aquellos que simplemente profesan conocer a Cristo no necesariamente tienen reposo en Cristo. Conocimiento quizás, pero no fe. Conocerlo y recibirlo son distintos.