Mateo 11:28-30 ― ¿Cansado? Entra en el reposo de Cristo

Título: ¿Cansado? Entra en el reposo de Cristo

Fecha: 31 de octubre de 2025

Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia Bíblica Harvest)

Pasaje bíblico de estudio: Mateo 11:28-30 ― 28 Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallareis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es fácil y mi carga ligera.

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COMENTARIOS:

Habiendo dejado en claro que Él tiene toda la autoridad, Jesús hace un llamado universal a "todos los que estáis cansados y cargados", o más literalmente, "todos los que están agotados bajo la pesada carga que se les ha impuesto". Los judíos sentían la carga de la Ley Mosaica, como deberían. ¡Era ardua! Pablo habló de la Ley como una carga, o "yugo", sobre el cuello de los discípulos que ni sus patriarcas ni nadie más podía llevar (Hch. 15:10; cf. Gál. 5:1; 1 Tim. 6:1). Del mismo modo, Jesús habló de una carga agobiante como un "yugo". Literalmente, un yugo es una barra de madera que permite acoplar a dos o más animales para que puedan trabajar al unísono (cf. Núm. 19:2; 1 Re. 19:19; Job 1:3).

Metafóricamente, el "yugo" significa esclavitud bajo alguna autoridad cruel. Desde reglas y regulaciones hechas por el hombre que impiden que las personas sirvan a Dios con gozo, hasta llevar una carga de culpa, Jesús insta a "todos" a que abandonen ese yugo pesado por Su yugo ligero. Aunque Jesús no estaba proponiendo menos de aquellos que lo seguían, Su yugo era de servicio basado en agradecimiento, no en inútiles intentos de obras meritorias para ganar la salvación.

Jesús desea darnos descanso—refrescar el alma oprimida que desea agradar a Dios. El verbo no promete un cese completo de todo trabajo, sino un intercambio de trabajo pesado por trabajo en reposo. A lo largo del Antiguo Testamento, el descanso/reposo es un tema común. Los israelitas que endurecieron sus corazones en Meriba y Masah (Éxodo 17) fueron condenados a no entrar en el reposo de Dios (Sal. 95:7-9, 11). El autor de Hebreos cita este pasaje 1500 años después, y luego les advierte a creyentes profesos que no cometan el mismo error de dudar de Dios: "Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo" (Heb. 3:12).

El descanso viene como consecuencia positiva de prestar atención a la enseñanza de Jesús de "aprended de mí" (v. 29). Por supuesto, todos los verdaderos discípulos de Cristo se someten a Su autoridad. Aprenden de Él escuchándolo a través del estudio de las Escrituras. Cuando uno se compromete con Cristo, se compromete a aprender de Cristo, a crecer en el conocimiento de Él con el objetivo de ser como Él. De hecho, el verbo "aprended de mí" es en realidad "conviértete en Mi discípulo" con énfasis en "Mi" para exhortar al oyente a alejarse de todas y cada una de las demás autoridades.

Recibir a los cansados de corazón mientras les recuerda que Él es "manso y humilde de corazón", no era algo que hiciera ningún otro rabino. A diferencia de los rabinos, Jesús dejó Su trono eterno en el cielo y tomó forma de siervo en la Tierra entre los hombres (Flp. 2:7). No fingió ser humilde; Él se volvió humilde. Aquellos que desean aprender de Él aprenden humildad, mansedumbre, y benignidad. Aprenden a trabajar duro, pero descansan en el don eterno que Cristo les da por ser Sus discípulos. Ya no llevan la carga de preocuparse por sus almas, de si son lo suficientemente buenos para ganar la salvación, o si Dios recuerda la culpa de su pecado. Encuentran descanso en Cristo, tanto ahora como por la eternidad. El yugo de Jesús es "fácil" y su "carga ligera" (v. 30). Sus seguidores ya no sirven a Dios preguntándose si Él los aceptará; le sirven con gozo basado en el descanso que Él les da.

Algo para reflexionar

Todos los que sufren y sienten las cargas de la vida están invitados a caer en los brazos de Jesús para descanso. Ellos dejarán de esforzarse por agradar a nuestro Dios santo sobre la base de sus méritos, y descansarán en la obra terminada de Jesucristo en la cruz, quien pagó el castigo completo por el pecado de ellos: la muerte. Para el cristiano, cada día es un día sabático de reposo, habiendo dejado de lado nuestros esfuerzos dirigidos a ganarnos el favor de Dios. Ahora estamos libres de miedo, incertidumbre, culpa, insignificancia, y vacío. ¡Descansamos hoy y para siempre!