1 Timoteo 2:5-7 ― Jesús: nuestro único Mediador
Título: Jesús: nuestro único Mediador
Fecha: 6 de noviembre de 2025
Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia
Bíblica Harvest)
Pasaje bíblico de estudio: 1 Timoteo 2:5-7 ― 5 Porque
hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y
los hombres, Cristo Jesús hombre, 6 quien se dio a
sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su
debido tiempo. 7 Y para esto yo fui constituido
predicador y apóstol (digo la verdad en Cristo, no miento) como
maestro de los gentiles en fe y verdad.
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COMENTARIOS:
El
"porque" que comienza en el v. 5 es explicativo, explicándole a los
cristianos por qué deben orar por "todos los hombres" en el v.
1. Puesto que hay “un solo Dios" y "un solo mediador entre Dios y
los hombres, Cristo Jesús hombre, quien se dio a sí mismo en rescate por
todos", entonces se deben ofrecer oraciones por todos. Dado que Cristo
murió por "todos", la idea de que Cristo solo les pertenece a algunos
es una mentira. Jesús ha de ser proclamado a todas las naciones, y se debe orar
por toda nación sin excepción.
Que hay un solo
Dios es la enseñanza más básica y fundamental de las Escrituras: "Escucha,
oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es" (Deut. 6:4). El
nombre de Dios es Yahweh, indicado en hebreo por las letras YHWH (traducido
Señor en el texto español; también conocido como Jehová). Él es "Santo, Santo,
Santo" (Isa.
6:3), y Su trono truena con relámpagos (Ap.
4-5). Aunque es un solo Dios, Él existe eternamente en tres personas
distintas: Padre, Hijo, y Espíritu Santo—un Dios en tres personas. Él es "eterno,
inmortal, invisible, único Dios" (1
Tim. 1:17).
El único Dios
verdadero se ha dado a conocer a través de un mediador: Jesucristo—el
"único mediador entre Dios y el hombre". "Mediador" se
refiere a un intermediario para que dos o más partes reconcilien sus
diferencias. Dado que la diferencia entre Dios y el hombre es que Dios es santo
y el hombre es pecador, un mediador es esencial para traer paz entre ellos, y paz
es lo que Jesús trajo (Rom.
5:1). Dado que Jesús es Dios y hombre, Él puede representar ambos lados. El
árbitro que Job anhelaba (Job
9:33) Jesús es. Ahora, el hombre, por medio de la fe en Cristo, puede venir
confiadamente al mismísimo trono de la gracia (Heb.
4:16). Esto hace que la fe cristiana sea muy exclusiva, ya que es la única
fe verdadera por la cual un hombre ser salvado. No hay otro mediador entre Dios
y el hombre—no los santos muertos, Mahoma, María, o el Papa. Ninguno de ellos
fue designado como mediador entre Dios y el hombre. Esa posición exclusiva es
para Jesucristo, el único mediador entre Dios y el hombre.
Fue Dios Hijo,
Jesús de Nazaret, "quien se dio a sí mismo en rescate por todos".
"Rescate" denota un precio pagado de parte de otro para obtener la
libertad de algo, en este caso la libertad de la pena del pecado. Jesús pagó
ese precio Él mismo. Dado que "la paga del pecado es muerte" (Rom.
6:23), ésta ha sido pagada por Jesús. Este fue pago suficiente para
satisfacer la ira de Dios (cf. 1
Cor. 6:19-20; 7:22-23)—una propiciación (1
Jn. 2:2), y nadie fue excluido. La libertad del hombre fue obtenida por
Dios con este precio (Gál.
4:3-5), y se concede solo a aquellos que confían en Cristo. El pago de
Cristo es eficaz para todos los que creen: "...el Dios vivo, que es el
Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes" (1
Tim. 4:9-10). Sin embargo, esto es solo una declaración de la suficiencia
de la muerte de Cristo, no de su eficacia. La muerte de Cristo por todos no
salva a todos (universalismo). Su sangre derramada fue ilimitada en cuanto a su
suficiencia, pero fue limitada en aplicación solo para aquellos que confían en
Cristo. Sin embargo, dado que Su muerte fue por todos, se debe orar por "todos
los hombres" para recibirla.
Pablo señala en
el v. 7 que, dado que él, un judío, fue elegido para ser un apóstol a los
gentiles, esto es prueba de que Dios desea que no solo los judíos sino también
los gentiles sean salvos. Esto apunta a la probabilidad de que la iglesia de
Éfeso donde servía Timoteo fuera compuesta predominantemente por creyentes
judíos, y es probable que estuvieran excluyendo a los creyentes gentiles. Pablo
le dijo a Timoteo que pusiera fin a eso.
Algo para
reflexionar
Con todo lo que se habla de racismo hoy en día, qué reconfortante recordar la postura de la Biblia sobre "todos los hombres": todos están hechos a imagen de Dios, todos son amados por Dios, todos pueden ser salvados confiando en Cristo, y todos los cristianos deben orar por todas las personas en todas partes. ¡Ahora ve a orar por ellos!