Hebreos 5:1-4 ― Jesús superior a Aarón

Título: Jesús superior a Aarón

Fecha: 11 de noviembre de 2025

Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia Bíblica Harvest)

Pasaje bíblico de estudio:  Hebreos 5:1-4 ― Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en las cosas que a Dios se refieren, para presentar ofrendas y sacrificios por los pecados; y puede obrar con benignidad para con los ignorantes y extraviados, puesto que él mismo está sujeto a flaquezas; y por esa causa está obligado a ofrecer sacrificios por los pecados, tanto por sí mismo como por el pueblo. Y nadie toma este honor para sí mismo, sino que lo recibe cuando es llamado por Dios, así como lo fue Aarón.

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COMENTARIOS:

Anteriormente, el autor de Hebreos ha asociado a Jesús con el oficio del sumo sacerdote: "tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo" (2:17)... "considerad a Jesús, el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra fe" (3:1)... "[Jesús el] gran Sumo Sacerdote que trascendió los cielos" (4:14-15). Ahora, aquí en Hebreos 5, el autor defiende la naturaleza más profunda de Jesús el Mesías como el Sumo Sacerdote celestial del creyente.

En cuanto a las "cosas que a Dios se refieren" (5:1), el sumo sacerdote terrenal se interponía entre el hombre y Dios, actuando como agente del hombre, representando a la humanidad ante Dios y a Dios ante el pueblo. Como agente del hombre, el sumo sacerdote terrenal también era responsable de ofrecer sacrificios por los pecados, incluyendo los suyos propios (5:1-3) ya que él mismo era un pecador. Para adorar a Dios y entrar en comunión con Dios, uno tenía que presentar una ofrenda, y tenía que ser llevada a través del sumo sacerdote (5:1). Este sumo sacerdote era llamado por Dios de entre los humanos débiles y pecadores. Hebreos 5:1-4 revela que el sumo sacerdote, aunque tenía el privilegio de servir como lo hacía, era solo un ser humano escogido de entre los humanos; estaba cargado de debilidades/flaquezas humanas; era pecador, representando a personas pecadoras; y no tenía ningún honor innato más que ser elegido por Dios. Incluso el primer gran sumo sacerdote, Aarón, había sido elegido de entre el pueblo como un hombre débil, pecador como todos los demás, y sin honor innato. El ser vestido con un atuendo fino, dársele un título elevado, y ser constituido con tareas elevadas, hizo que se destacara de entre sus compañeros, sin duda. Pero seguía siendo solo un hombre pecador.

Por supuesto, el autor de Hebreos está defendiendo el argumento de que Jesús es un mejor sumo sacerdote, porque el sacerdocio terrenal no era ni permanente ni perfecto. Dios nunca tuvo la intención de un sacerdocio en el que un hombre ofreciera perpetuamente sacrificios de sangre en un sistema continuo e imperfecto como el sistema de sacrificios del Antiguo Testamento. Siempre fue el plan de Dios a través de Su Hijo anunciar: "¡Consumado es!" (Jn. 19:30), e inaugurar el sacerdocio eterno con el Sacerdote eterno y perfectoJesucristo.

Según Hebreos 5:2, el sumo sacerdote judío, ya que era un hombre, podía compadecerse con otros en sus debilidades. Podía "obrar con benignidad" hacia los demás, en el sentido de que podía relacionarse con sus luchas con el pecado porque él mismo era un pecador. Ahora bien, Jesús, aunque hombre, no pecó. Sin embargo, experimentó todos los dolores y luchas de ser un humano. Así que el sacerdocio de Jesús, al igual que el sumo sacerdote judío, es uno que involucra compadecerse. Pero Jesús, a diferencia del sumo sacerdote judío, fue tentado en todas las cosas como lo son los hombres pero sin pecado. ¡Ningún sumo sacerdote judío podría afirmar eso!

En los versículos 3-4, el autor revela nuevamente el propósito del sumo sacerdote terrenal, actuando como mediador entre Dios y el hombre¡justo lo que hace Jesús! (cf. 1 Tim. 2:5). Pero al contrario de Jesús, el sumo sacerdote terrenal hace expiación por sus propios pecados antes de mediar por otros. Después de todo, ¡el sumo sacerdote, siendo un hombre, era un pecador! Jesús, sin embargo, como revelará el escritor, no es un sumo sacerdote terrenal; Él es el celestial. Él nunca pecó, por lo que Su sacerdocio es superior al de Aarón.

Algo para reflexionar

Aarón era un pecador que necesitaba hacer sacrificios por él mismo; Jesús era (y es) perfecto. Aarón ofrecía un sacrificio externo a sí mismo, pero Jesús se ofreció a Sí mismo como el sacrificio perfecto, de una vez por todas. Aarón ofrecía salvación temporal; Cristo ofreció la salvación eterna. Aarón sacrificaba por Israel; Jesús se sacrificó por el mundo entero. ¡Verdaderamente, Jesús supera a Aarón!