Hebreos 6:4-6 ― El peligro de la apostasía

Título: El peligro de la apostasía

Fecha: 25 de noviembre de 2025

Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia Bíblica Harvest)

Pasaje bíblico de estudio:  Hebreos 6:4-6 ― Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia pública.

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COMENTARIOS:

El escenario se da en el v. 4 concerniente a algunos que afirman creer en Cristo pero que se apartan de la fe. El primero de cuatro rasgos dados es que alguna vez fueron "iluminados" (gr. phōtizō)—"comprender". La referencia es con respecto a quienes alguna vez no entendieron el evangelio de Jesucristo, pero que más tarde llegaron a comprenderlo. Antes no estaban iluminados, pero llegaron a ser "iluminados" respecto a la verdad del evangelio. Iluminado se usa en otros lugares para referirse a la salvación, pues Pablo oró, "que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos" (Ef. 1:18, cursivas mías).

Además de estar "iluminados" respecto al evangelio de Jesucristo, aquellos a quienes se dirigía también "probaron del don celestial" en el v. 4. "Probar" (en gr. geuomai) es "tener percepción de algo, ya sea por experiencia o por boca" (BDAG). Aquí, lo que se prueba es el "don celestial", o aquello que es dado por Dios. Esto no era un regalo cualquiera del cielo, sino "el" regalo celestial—la salvación que solo viene de Dios por Su gracia: Jesucristo. ¡Ellos le probaron a Él!

Tercero, también se dice que los iluminados que probaron el don celestial "fueron hechos partícipes del Espíritu Santo" en el v. 4. Un "partícipe" (en gr. metochos) es un "socio; uno que comparte" en algo. En este caso, es el Espíritu Santo. Además, el participio pasivo "fueron hechos" apunta a que aquel que es partícipe del Espíritu Santo está recibiendo la acción a ser partícipe del Espíritu Santo. En otras palabras, fue Dios actuando sobre el creyente a ser partícipe del Espíritu Santo tras haber sido iluminado por la verdad del evangelio, y haber probado su bondad. Anteriormente, el autor usó "partícipe" en un sentido condicional, diciendo: "somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad" (3:14). Así que, quien no retiene la seguridad firme hasta el fin no es un partícipe eterno del Espíritu Santo. La NTV lo expresa así: "Pues, si somos fieles hasta el fin, confiando en Dios con la misma firmeza que teníamos al principio, cuando creímos en él, entonces tendremos parte en todo lo que le pertenece a Cristo". Si no, parece que no queda ninguna promesa.

En el v. 5, el autor añade un cuarto rasgo a aquellos iluminados que han probado del don celestial, habiendo sido hechos partícipes del Espíritu Santo: aquellos "que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero". De nuevo, el verbo "gustaron" (gr. geuomai) aquí se refiere a percepción o comprensión de algo, y se utiliza en relación con la salvación. En este caso, lo que se gustaron/probaron es "la buena palabra de Dios"—lo dicho por Dios que se llama "bueno". También gustaron "los poderes del siglo venidero"—los actos sobrenaturales de Dios (señales, milagros, etc.) que se experimentarán en su totalidad en el reino milenial de Cristo (cf. Isa. 65:17ss.; Ap. 20). Cabe destacar que el autor de Hebreos usó anteriormente "probar" en referencia a la muerte de Jesús, porque por la gracia de Dios, Jesús "probara la muerte por todos." Jesús no se limitó meramente a probar la muerte; Él murió. Así que, si "probaron/gustaron" en Hebreos 6:4-5 significa lo mismo que en 2:9, estas personas eran creyentes.

Por tanto, el autor de Hebreos no está presentando la imagen de alguien que simplemente ha escuchado el evangelio, o que está familiarizado con las enseñanzas del Antiguo Testamento. Él se refiere a alguien que tiene un conocimiento adecuado de Jesucristo como el Mesías judío, que afirma ser cristiano, y que está entre los creyentes de la iglesia. ¿Puede uno así apartarse de la fe? Dado que el v. 6 habla de ellos que "cayeron" (gr. parapiptō)—no cumplir un compromiso—la respuesta es sí, puede. Nunca pueden perder la fe en el sentido de que Dios se la quita después de que pecan, pero ellos pueden dejarla voluntariamente. Este no es un cristiano que retrocede/recae; es un falso creyente; es un apóstata.