Lucas 2:15-20 ― Un sublime evangelio a humildes pastores

Título: Un sublime evangelio a humildes pastores

Fecha: 19 de diciembre de 2025

Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia Bíblica Harvest)

Pasaje bíblico de estudio:  Lucas 2:15-20 ― 15 Y aconteció que cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber. 16 Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre. 17 Y cuando lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño. 18 Y todos los que lo oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores. 19 Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. 20 Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------

COMENTARIOS:

Naturalmente, una vez que el ejercito celestial desapareció en el cielo nocturno, los pastores se apresuraron a partir obedeciendo las instrucciones del ángel para buscar al niño Jesús nacido en Belén. No se describe su viaje, ni cuánto tiempo buscaron una vez que llegaron. El v. 16 simplemente dice que vinieron a toda prisa donde estaban María y José, y vieron al niño Jesús en el pesebre. Uno podría imaginar una escena en la que estos pastores miran al unísono al niño Jesús con gran asombro, y luego recobran el aliento para contarles a los presentes lo que les había ocurrido antes, y qué los llevó a ese lugar a esa hora. El v. 18 dice, "todos los que oyeron" lo que dijeron los pastores, lo que implica que allí se reunieron más que solo María y José. Así que la escena, dado que Jesús nació en un lugar semi-público, había atraído a una audiencia considerable. ¿Y por qué no? Sin duda, Dios reunió a quienes previamente había elegido para presenciar no solo el nacimiento de Cristo, sino también el testimonio de los humildes pastores acerca de Cristo.

Se indica que quienes escucharon el testimonio de los pastores "se maravillaron", pues estaban justificadamente atónitos y asombrados por la historia que los pastores contaron. María, sin embargo, no estaba asombrada exteriormente, sino por dentro. El v. 19 dice que ella "atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón". Quizá María no comprendió del todo lo que estaba ocurriendo ni las implicaciones del nacimiento de su Hijo (cf. 2:33-35, 50-51). Mientras reflexionaba sobre tales eventos, esta joven madre, que no tenía más de 13 años, necesitaba tiempo para analizarlos y comprender su significado completo. Seguramente recordaba la visita angelical que experimentó nueve meses antes, y habría sabido que su Hijo se sentaría en el trono de David, porque como Hijo del Altísimo, reinaría sobre la casa de Jacob para siempre, y Su reino no tendría fin (1:32-33). Sin embargo, al igual que Juan el Bautista, María habría tenido momentos de duda (cf. Lc. 7:18-23), como todos los creyentes de vez en cuando. Sin embargo, dado que lo más probable es que ella sea la fuente detrás del evangelio de Lucas, Lucas pudo registrar con precisión sus verdaderos sentimientos internos tras dar a luz.

Algo para reflexionar

Hay una ilustración inconfundible de salvación en esta narrativa. Primero, los pastores oyeron el mensaje del evangelio, y segundo, ¡lo creyeron! No se nos dice si buscaban un Mesías, pero lo que sí está claro es que sus corazones estaban preparados y listos para la buena noticia cuando la escucharon. Notar también cómo Dios verificó Sus palabras a los pastores, porque todo lo que el ángel les dijo resultó ser verdad. Dios Padre atrajo a esos pastores hacia Su Hijo (cf. Jn. 6:44), y estos hombres humildes se convirtieron en los primeros evangelistas, pues comenzaron a contar su historia a los presentes. Mientras evangelizaban, notar lo maravillados que estaban quienes los escucharon contar su historia. Muchos simplemente se maravillan del mensaje que oyen, pero a diferencia de los pastores que se fueron glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y escuchado, algunos, si no la mayoría, que escuchan el mensaje de Cristo, nunca llevan lo que oyen más allá de un tiempo momentáneo de preguntarse al respecto. Sin embargo, algunos, como María, reflexionan profundamente sobre el mensaje de salvación tras escucharlo. Estos son quienes finalmente reciben a Cristo, crecen en Él, y se esfuerzan continuamente por ser como Él.