Mateo 2:7,9 ― La estrella de Belén – Parte 2

Título: La estrella de Belén – Parte 2

Fecha: 24 de diciembre de 2025

Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia Bíblica Harvest)

Pasaje bíblico de estudio:  Mateo 2:7,9 ― Entonces Herodes llamó a los magos en secreto y se cercioró con ellos del tiempo en que había aparecido la estrella... 9…y he aquí, la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño.

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Aunque la palabra para "estrella" (gr. áster; heb. kokab) en las Escrituras puede ser cualquier punto de luz brillante en el cielo nocturno, una estrella real en el cielo es una enorme masa de hidrógeno y helio alimentada por fusión nuclear. La estrella en Mateo 2 no es nada de eso.

Algunos han deducido que en Mateo 2 se habla de una supernova, ya que puede brillar intensamente durante meses tras la explosión. Pero una supernova no encaja con la descripción que Mateo hizo de la estrella que pasó completamente desapercibida para Herodes, pues tuvo que preguntar a los magos cuándo apareció la estrella por primera vez. Del mismo modo, un cometa no encaja con la redacción de Mateo, ya que los cometas no se mueven de tal manera que puedan situarse sobre un lugar específico como se describe en Mateo 2:9. Una teoría popular hoy en día sobre la estrella es que fue una conjunción de planetas, un fenómeno que se observa cuando un planeta pasa cerca de una estrella o de otro planeta. Lo más probable es que esto habría sido notado por los magos ya que eran astrónomos, pero el observador promedio lo más probable es que no lo habría notado. Lo que hace popular esta teoría es el hecho de que dos de estas conjunciones ocurrieron muy cerca del momento tradicional del nacimiento de Cristo. Una ocurrió cuando Júpiter y Saturno pasaron cerca uno del otro a principios del año 7 a. C. Volvió a ocurrir cuando Júpiter y la brillante estrella Regulus se alinearon a principios del año 3 a. C.

Ambos eventos están tan cerca de la posible fecha del nacimiento de Cristo que los que promueven esta teoría creen que uno de ellos debe ser la estrella de Navidad. A eso se suma que Júpiter a menudo era considerado el rey de los dioses, y Regulus la "estrella rey", y qué mejor momento para concluir que el Rey de reyes nació con los cielos anunciando la gloria de Dios, como dice el Salmo 19:1. Sin embargo, Mateo describe una estrella singular, no una conjunción de dos o más estrellas. El astrónomo Jason Lisle concluye que ni la conjunción del 7 a. C. ni la del 3 a. C. fueron lo suficientemente cercanas como para parecer una sola estrella, especialmente para astrónomos expertos como los magos.

Una última teoría que también puede desacreditarse es la que afirma que en el año 2 a. C. Júpiter y Venus estaban tan alineados que habrían sido interpretados a simple vista como una sola y muy brillante estrella—pero solo por un breve momento la noche del 17 de junio. Sin embargo, es debido a este breve momento de brillo que esto no puede ser la estrella descrita en Mateo. Después de todo, los magos vieron la estrella al menos en dos ocasiones: antes de llegar a Jerusalén (Mt. 2:2), y después de encontrarse con Herodes (Mt. 2:9). Más tarde, cuando la estrella reapareció, ¡los magos se alegraron enormemente! Al final, no se puede dar ninguna explicación natural para que una estrella normal vaya conduciendo a alguien y se pose sobre un lugar específico como la estrella de Belén en Mateo 2:9. Tenía que ser la Shekinah.

Las estrellas parecen salir por el este y ponerse por el oeste, o rodear los polos celestes. Sin embargo, la Biblia no dice que esta estrella fuera un fenómeno natural. Aunque Dios ha puesto en marcha las leyes de la naturaleza, a veces actúa fuera de esas leyes (por ej., el nacimiento virginal, la sanación de enfermos, la resurrección de muertos, etc.). La estrella de Navidad ilustra esto, al igual que todos los milagros de Dios. Además, Dios había guiado con anterioridad a Israel por medio de una columna de nube de día, y una de fuego de noche (Éx. 13:21).

Para los magos, Dios los guio a Belén mediante una columna de luz, la Shekinah. Al ser de oriente, lo más probable de Persia, los magos pudieron haber sido influenciados por Daniel cinco siglos antes, y buscaban la estrella que Números 24:17 prometía que vendría de Israel. Incluso se referían a la estrella como "Su estrella", mostrando que sabían que apuntaba a un Rey en concreto. ¿Y qué mejor lugar donde buscar la señal sino en Israel, donde Números 24:17 dijo que nacería el Rey? Desde su punto de observación en el oriente, ellos vieron aparecer la estrella. El hecho de que el Rey de reyes había en verdad nacido para entonces significa que Dios ciertamente guio a los magos para encontrarse con Él y adorarle.