Hebreos 5:12-14 ― ¿Leche espiritual o alimento sólido?
Título: ¿Leche espiritual o alimento
sólido?
Fecha: 18 de noviembre de 2025
Autor: Dr. D. Lance Waldie (Pastor ― Iglesia
Bíblica Harvest)
Pasaje
bíblico de estudio: Hebreos 5:12-14 ― 12 Pues aunque ya debierais ser maestros, otra vez tenéis
necesidad de que alguien os enseñe los principios elementales de los
oráculos de Dios, y habéis llegado a tener necesidad de leche y no de
alimento sólido. 13 Porque todo el que toma solo leche,
no está acostumbrado a la palabra de justicia, porque es niño. 14 Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales
por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y
el mal.
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COMENTARIOS:
Cuando una persona se convierte a Jesucristo, cree—confía—en Él para su
salvación. Por ello, es rescatada del dominio de las tinieblas y trasladada al
reino del amado Hijo de Dios (Col.
1:13). Habiendo sido rescatado y habiéndosenos garantizado vida eterna en
Jesucristo, el incrédulo convertido en creyente es una nueva creación. Pablo
dice: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas" (2 Cor. 5:17). Nada sobre la
vida anterior del creyente debería ser evidente en quien profesa conocer a
Cristo. Pero por eso el autor de Hebreos escribió su epístola, pues su
audiencia afirmaba conocer a Cristo, pero eran perezosos e inmaduros—"tardos
para oír". ¡Qué comentario tan horrible para un cristiano!
Aunque los cristianos deben crecer en su conocimiento de la verdad
doctrinal, no todos los cristianos están llamados a ser maestros: "Hermanos
míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un
juicio más severo" (Stg. 3:1). De hecho, aunque los ancianos/supervisores
de la iglesia deben ser "aptos para enseñar" (1
Tim. 3:2), ni siquiera los oficiales de la iglesia como los diáconos, que
ciertamente deben ser maduros en su fe (1
Tim. 3:6), se espera que sean maestros. Por lo tanto, el autor de Hebreos
no esperaba que todos fueran maestros en la iglesia, pero sí esperaba que, tras
tanto tiempo transcurrido desde la conversión de su audiencia a Cristo,
pudieran enseñar doctrina si eran llamados a hacerlo. Este es un principio para
la Iglesia en todas las épocas. Aunque unos pocos selectos deberían ser
maestros en la iglesia local, todos los que llevan más de unos años siendo
cristianos deberían poder enseñar.
El escarmiento del autor de Hebreos en el v. 12 es que, aunque "ya
debierais ser maestros, otra vez tenéis necesidad de que alguien os enseñe los
principios elementales de los oráculos de Dios." Refiriéndose a estos
"principios elementales", el comentarista Leon Morris dice que esto
en realidad significa algo así como "el abecedario del principio de las
palabras de Dios." Habiendo descuidado las verdades básicas del evangelio,
las cosas principales y sencillas se habían vuelto para ellos complicadas y
difíciles. La audiencia en su conjunto nos recuerda al siervo al que su señor
le dio un talento de dinero en Mateo
25:15. Estando sordo/apagado, lo escondió en la tierra y no hizo nada con
él (v.
18). Cuando su señor lo convocó más tarde, él devolvió el talento sin ningún
aumento. Por ello fue llamado "malo" y "perezoso" (v.
26) por su señor, y echado a las tinieblas de afuera (v.
30).
El autor explica su dilema en el v. 13 diciéndole a la audiencia que ni
siquiera podía empezar a esperar que entendieran la "palabra de
justicia" porque en su comprensión eran apenas bebés. Eran bebés
acostumbrados a la leche, incapaces de comer alimento sólido como se supone que
deben consumir los creyentes maduros. Por ello, sus enseñanzas a ellos estaban limitadas
debido a su sordera.
El v. 14 revela cómo se caracterizan los verdaderos creyentes: "Pero
el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los
sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal." Los maduros, por ende,
comen alimento sólido, alimentando a sus almas redimidas con la Palabra de Dios
para poder ser nutridos. Ellos "practican" esto, ejercitando habitualmente
sus "sentidos" (gr. aisthētērion), sus agudezas mentales,
alimentándose de las Escrituras. Con el tiempo, esto les da la capacidad de
"discernir" (gr. diakrisis) el bien y el mal—el proceso cognitivo por
el cual dos o más estímulos se marcan como distintivos. En otras palabras,
aprenden a distinguir la verdad del error. Tristemente, hoy en día demasiados
se alimentan solo de leche y no saben nada sobre alimento sólido. ¿Cómo es eso?
Cuando se les da comida sólida la escupan y lloran como bebés.
Algo para reflexionar
Si eres un cristiano profeso, ¿qué evidencias hay para condenarte de eso si ser cristiano fuera un delito? La verdad es que se te ha dado mucho. Como resultado, se te exigirá mucho. Mateo 13:12, 14-15 dice: "Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará... Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice: «Al oír oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis; porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible y con dificultad oyen con sus oídos; y sus ojos han cerrado, no sea que vean con los ojos, y oigan con los oídos, y entiendan con el corazón, y se conviertan, y yo los sane».”